La decisión tomada en Francia con respecto al E171 no está justificada si se tienen en cuenta las pruebas científicas actuales

La Titanium Dioxide Manufacturers Association (Asociación de Fabricantes de Dióxido de Titanio, TDMA) lamenta la medida preventiva que ha tomado el Gobierno francés de suspender el uso del E171 (dióxido de titanio) en los productos alimenticios a partir del 1 de enero de 2020 pese a que las autoridades de la UE han confirmado varias veces que el E171 es seguro.

En los más de cincuenta años que se lleva utilizando como colorante, jamás se ha podido constatar que la ingesta normal de dióxido de titanio sea perjudicial para la salud humana. En cuanto que aditivo alimentario, el E171 se ha sometido a un riguroso proceso de pruebas y clasificación en Europa que ha demostrado que no persiste ni se acumula en el cuerpo humano ni en el entorno.

La revisión sobre la seguridad del E171 llevada cabo en 2016 por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) no alertó sobre ningún efecto adverso como cambios inflamatorios o carcinogenicidad. Este hecho se confirmó en 2018 a pesar de la publicación de cuatro nuevos estudios, incluido el que realizó el Instituto Nacional de Investigación Agronómica de Francia (INRA).

Comprendemos que se haya expresado preocupación por determinar la ingesta diaria admisible (IDA) de este aditivo. La TDMA, en colaboración con la EFSA y la Comisión Europea, ha encargado un estudio para que la EFSA pueda determinar dicha IDA. El estudio se está llevando a cabo en estos momentos y se espera que el informe final se publique a finales de julio de 2020. La TDMA también está financiando otro estudio que, de momento, no muestra que la ingesta del E171 tenga impacto alguno en la salud; está previsto que se complete y se publique en julio de 2019. Por lo tanto, instamos al Gobierno francés a que examine con detalle los resultados cuando estén disponibles y, si es posible, a que reconsidere su decisión.

La TDMA es una industria responsable que da prioridad absoluta a la seguridad de los consumidores. No obstante, nos preocupa que esta suspensión fragmente y perturbe el mercado único europeo cuando las pruebas científicas no indican que exista un problema a corto plazo.

La TDMA seguirá trabajando con las autoridades francesas y europeas para disipar las inquietudes que puedan surgir en relación con la sustancia.

Si tiene alguna duda, póngase en contacto con Brett Pinker, bpi@cefic.be